Extranjeros
Tú eres el extranjero. ¿Y yo?
Yo soy, para ti, el extranjero. ¿Y tú?
La estrella estará siempre separada de la estrella; lo
que las acerca no es más que su voluntad de brillar
juntas.
"¿Sabes -dijo el Maestro a su discípulo- por qué
nuestros libros de sabiduría, como los de oraciones,
son de pequeño formato?"
-Porque son libros del secreto, y un secreto no
se divulga.
"Pudor del alma."
El amor se expresa en voz baja.
"El libro de nuestros Maestros está hecho a la medida
de nuestras manos, para nosotros solos, abiertas."
La mirada de Dios tiene la inocente independencia de
todo nacimiento.
Perla o brote de frutos.
"Si ningún lugar es el mío, ¿cuál será mi lugar
verdadero?"
Ya que estoy vivo, tengo que estar presente en algún
sitio", decía un sabio.
"¿Quizá -le contestaron- esté el lugar verdadero en la
ausencia de todo lugar?
¿El lugar, precisamente, de esta inaceptable ausencia?"
Y el sabio dijo: "Habitable infinito.
Para los de mi raza, remanso de gracia."
Nómada o marinero, entre el extranjero y el extranjero,
siempre hay un espacio -mar o desierto- delineado por
el vértigo al que sucumben uno y otro.
Viaje en el viaje.
Errar en el errar.
El hombre está primero en el hombre, como el hueso
en el fruto, o el grano de sal en el océano.
Y, sin embargo, él es el fruto.
Y, sin embargo, él es el mar.
"El cielo tendría que haber estado en mí para que
mi palabra tuviera, hoy, el brillo de un astro", decía él.
Opacidad del dolor, pero las lágrimas son cristalinas.
Perecedero con el cuerpo mortal, el libro del tiempo
desaparece.
Una lectura suspendida incendia los cuatro horizontes.
El mundo perecerá por no haber podido integrarse en el
universo.
Exiliado en el divino Exilio.
Y Dios dijo: "Yo fui el lecho del idilio".
Y el hombre dijo: "Tú fuiste el brazo del exilio".
Y la Tierra dijo: "El lecho es el olvido de la fuente".
Y el cielo dijo: "Inaccesibles a las nubes, mis lejanos
horizontes son la salvación".
Y Dios dijo: "¿El lecho está seco?".
Y el hombre dijo: "¿Dónde me abandonas?".
Y el sabio selló el libro.
Interioridad del trazo.
La vida tacha la vida.
La muerte está prometida al sol.
EDMOND JABÈS, "Un extranjero con, bajo el brazo,
un libro de pequeño formato" (fragmento)
Posted by Nuala on 7/8/04; 3:33:16 PM
Yo soy, para ti, el extranjero. ¿Y tú?
La estrella estará siempre separada de la estrella; lo
que las acerca no es más que su voluntad de brillar
juntas.
"¿Sabes -dijo el Maestro a su discípulo- por qué
nuestros libros de sabiduría, como los de oraciones,
son de pequeño formato?"
-Porque son libros del secreto, y un secreto no
se divulga.
"Pudor del alma."
El amor se expresa en voz baja.
"El libro de nuestros Maestros está hecho a la medida
de nuestras manos, para nosotros solos, abiertas."
La mirada de Dios tiene la inocente independencia de
todo nacimiento.
Perla o brote de frutos.
"Si ningún lugar es el mío, ¿cuál será mi lugar
verdadero?"
Ya que estoy vivo, tengo que estar presente en algún
sitio", decía un sabio.
"¿Quizá -le contestaron- esté el lugar verdadero en la
ausencia de todo lugar?
¿El lugar, precisamente, de esta inaceptable ausencia?"
Y el sabio dijo: "Habitable infinito.
Para los de mi raza, remanso de gracia."
Nómada o marinero, entre el extranjero y el extranjero,
siempre hay un espacio -mar o desierto- delineado por
el vértigo al que sucumben uno y otro.
Viaje en el viaje.
Errar en el errar.
El hombre está primero en el hombre, como el hueso
en el fruto, o el grano de sal en el océano.
Y, sin embargo, él es el fruto.
Y, sin embargo, él es el mar.
"El cielo tendría que haber estado en mí para que
mi palabra tuviera, hoy, el brillo de un astro", decía él.
Opacidad del dolor, pero las lágrimas son cristalinas.
Perecedero con el cuerpo mortal, el libro del tiempo
desaparece.
Una lectura suspendida incendia los cuatro horizontes.
El mundo perecerá por no haber podido integrarse en el
universo.
Exiliado en el divino Exilio.
Y Dios dijo: "Yo fui el lecho del idilio".
Y el hombre dijo: "Tú fuiste el brazo del exilio".
Y la Tierra dijo: "El lecho es el olvido de la fuente".
Y el cielo dijo: "Inaccesibles a las nubes, mis lejanos
horizontes son la salvación".
Y Dios dijo: "¿El lecho está seco?".
Y el hombre dijo: "¿Dónde me abandonas?".
Y el sabio selló el libro.
Interioridad del trazo.
La vida tacha la vida.
La muerte está prometida al sol.
EDMOND JABÈS, "Un extranjero con, bajo el brazo,
un libro de pequeño formato" (fragmento)
Posted by Nuala on 7/8/04; 3:33:16 PM
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